Un gol en el penúltimo suspiro del partido, a la desesperada, de Davide Frattesi, última bala desde el banquillo del técnico Simone Inzaghi, salvó al Inter que logró un triunfo agónico que se le pudo escapar al final si el francés Thomas Henry no hubiera fallado un penalti en la última acción del partido.
Todo quedó reservado para el tramo final que se agitó definitivamente. Enloqueció el choque que coronó al Inter con el título honorífico de campeón de invierno en el último cuarto de hora en el que el líder perdió la ventaja, después la recuperó, en el añadido, y que se le pudo escapar definitivamente en la jugada final, con tiro marrado desde los once metros por los visitantes, que jugaron el tiempo extra, además, con un futbolista menos por la expulsión de Dusan Lazovic.
El Inter sacó adelante el choque y se repuso del traspié de la jornada pasada cuando no pudo pasar del empate en Génova y se reencontró con la victoria con la visita del Verona (2-1) que le consolida como líder de la Serie A al término de la primera vuelta.