El Barcelona necesita vender para poder fichar. Ha llegado Dani Olmo, pero el mediapunta no está inscrito y no jugó en Mestalla, por eso y porque Flick no lo veía preparado del todo físicamente. Tampoco estuvo en el debut liguero Ilkay Gündogan. En su caso por un motivo bien distinto. Sufrió un golpe en la cabeza en el Gamper, se abrió una ceja y se mareó en el entrenamiento del viernes. Precaución.
El alemán es uno de los nombres propios en esta cuenta atrás para el cierre del mercado. Tiene un sueldo alto y es uno de lo jugadores con más cartel. En el club saben de su importancia, pero también son conscientes de que su salida sería un buen alivio para las necesitadas arcas del club y para el fair play financiero.
El jugador quiere quedarse, al menos así, lo dijo su tío y agente hace unos días. Tras el encuentro de Mestalla fue el propio Hansi Flick el que apostó por su continuidad: «El lunes tuvo ese corte y le dejamos en casa. He hablado con él. Le conozco bien, me gusta y presiento que se va a quedar«, afirmó echando un capote a su jugador.