La futbolista Jenni Hermoso declaró este lunes ante un juez que «en ningún momento» consintió el beso que le dio Luis Rubiales.
Con un tono firme, Hermoso aseguró que no tiene que estar «llorando en una habitación» para demostrar su rechazo y describió el acto como algo que la hizo sentir «violentada y poco respetada».
“Me sentí poco respetada, mancharon uno de los días más felices de mi vida.
En ningún momento busqué ese acto, ni me lo esperé. Sentí rechazo”.
Contigo, @Jennihermoso.
— Anaïs López (@anaislopez23) February 3, 2025
La jugadora recalcó que el beso ocurrió sin su consentimiento y que jamás escuchó a Rubiales pedirle permiso, como él sostiene. Durante su testimonio, que se extendió por más de dos horas en la Audiencia Nacional, Hermoso detalló las presiones que sufrió tras el incidente.
Según su relato, tanto Rubiales como otros miembros de la RFEF (Real Federación Española de Futbol), incluyendo al exseleccionador Jorge Vilda y al exdirector deportivo Albert Luque, intentaron convencerla para que minimizara lo sucedido.
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Incluso mencionó que en el viaje de regreso a España y durante su estadía en Ibiza recibió insistentes peticiones para emitir un comunicado conjunto que justificara la conducta de Rubiales, llegando a enfrentar insinuaciones y promesas de «compensación» dirigidas a su entorno cercano.
Hermoso confesó que se sintió «totalmente sola» y «desprotegida» por parte de la Federación, que debería haber sido su «lugar seguro». Afirmó que su vida quedó en «stand by» tras el episodio, afectada por la presión mediática y las represalias deportivas, como su ausencia en convocatorias posteriores.
Hermoso lejos de Rubiales y sus consecuencias
Actualmente, encuentra alivio viviendo en México, donde juega para Tigres UANL, lejos de la atención constante de los medios en España.