noviembre 24, 2024
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La Navidad de Lionel Messi en Rosario

Las Navidades de la familia Messi siempre transcurrieron en el Barrio La Bajada, en Rosario. Ahí se armaba el asado con íntimos y vecinos, se sacaban las mesas a la calle y se descorchaba después de las 12. Eran los años 90 y Lionel ya daba cátedra con la Categoría 87 de Newell’s en el predio Malvinas Argentinas. Pero el nene zurdo no llegaba cansado ni a Nochebuena ni a fin de año. El amor por la pelota siempre podía más. Por eso, podía agradecerle un rato a Papá Noel si le regalaba una bicicleta, una pelota o una camiseta de la Lepra, pero enseguida se ponía a pelotear en la vereda. La reunión familiar en las Fiestas es algo que nunca negoció ni el año en que fue fichado por el Barcelona.

El nacimiento de su hijo Mateo (2015) y el casamiento con Antonela (2017) lo ayudaron a reacomodar sus ideas y objetivos deportivos con Argentina. Con Barcelona le salía todo; con su país nada. La turbulencia de turno en una AFA dinamitada hizo que Martino fuera eyectado, llegara Edgardo Bauza y más tarde fuera designado Jorge Sampaoli en la conducción técnica. A fines de 2017, Messi rescató a la Selección con su recordado triplete ante Ecuador como visitante y lo metió en el Mundial de Rusia. Así y todo, en esas Fiestas tanto él como su familia intuían que algo no andaba bien previo a la que podía llegar a ser una de sus últimas Copas del Mundo.

Ni a meses del desgarrador final por la eliminación en los octavos de final ante Francia y una nueva chance perdida de coronarse en un Mundial Messi cambió su itinerario de fin de año. “Diciembre 2018. El mes más lindo como siempre”, fue uno de los mensajes de Antonela Roccuzzo en las redes sociales durante las vacaciones veraniegas en Rosario. No había otra: la familia Messi, en sus pagos, se seguía reconectando con el mundo y Lionel llenaba su barra energética para ir en busca de nuevos desafíos al año siguiente, con la Copa América en Brasil como zanahoria para ir detrás.

Para el cierre de 2022, Messi compartió un mensaje el 31 de diciembre con el que dejó claro que pasó una de las Fiestas que más recordará en su vida: “Termina un año que jamás podré olvidar. El sueño que siempre perseguí por fin se cumplió. Pero eso no valdría tampoco nada si no fuera porque puedo compartirlo con una familia maravillosa, la mejor que se puede tener, y unos amigos que me apoyan siempre y no dejaron que me quedara en el piso cada vez que me caí”.

La preferencia por Rosario que arrastra desde que tiene uso de razón jamás se modificará. Y mientras define si se animará a disputar su sexto Mundial en 2026, Lionel Messi se dará el lujo de brindar en estas Fiestas y -por lo menos- en las próximas dos sintiéndose campeón del mundo.

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