El Liverpool hizo buena la renta de la ida, aguantó el arreón final del Fulham, desesperado en busca de un gol que le diera la prórroga, y se clasificó para la final de la Copa de la Liga que disputará el próximo 25 de febrero contra el Chelsea.
Los de Jürgen Klopp tenían un escaso 2-1 cosechado en Anfield y, pese a que se adelantaron a los once minutos gracias a Luis Díaz, acabaron sufriendo en el oeste de Londres ante un Fulham que empató a trece minutos para el final y achuchó para encontrar un gol que mandara las semifinales a la prórroga.
Los ‘Reds’, con un once bastante titular, iniciaron el partido con ganas de sentenciar rápido y no meterse en problemas y Díaz, el más eléctrico del partido, ganó en un balón dividido a Timothy Castagne, quebró hacia el interior y su disparo, que tocó en un defensa, despistó a Bernd Leno, que pudo hacer muchísimo más.
El próximo 25 de febrero en Wembley, el Liverpool tendrá ante el Chelsea la oportunidad de ganar su décima Copa de la Liga, alejándose de las ocho que tiene el Manchester City, su más cercano perseguidor.
Será una repetición de la edición de hace dos años, en la que el título se decidió en la tanda de penaltis, tras 22 lanzamientos y un error del portero español Kepa Arrizabalaga.