El mundo del fútbol está de luto tras la repentina muerte del doctor Carles Miñarro García, miembro del cuerpo médico del FC Barcelona.
Miñarro, falleció de 53 años, por un ataque al corazón el sábado, pocas horas antes del partido de Liga contra Osasuna en Montjuïc, llevaba siete temporadas en el club y este año había ascendido al primer equipo como mano derecha del jefe médico, Ricard Pruna.
Carles Miñarro García ha fallecido después de una vida dedicada a la medicina deportiva. El 2 de febrero, hizo su labor para que Gavi, tras un choque de cabezas, le recomendará
abandonar el campo.Recuerden: Cuidan en el día a día a la gente que admiramos #BarçaOsasuna pic.twitter.com/847uN6RbVy
— Jonay Amaro (@AmaroJonay) March 8, 2025
La noticia causó una gran conmoción en el vestuario azulgrana, al punto de que los jugadores solicitaron la suspensión del encuentro.
La prioridad del equipo, que el martes enfrenta al Benfica en la Champions, es asimilar esta pérdida antes de retomar la competición.
A pesar de ser su primera temporada en el primer equipo, Miñarro era una figura muy respetada en el club. Licenciado en medicina y especialista en traumatología por la Universidad Rovira i Virgili, se unió al Barça en 2017, inicialmente en la sección de fútbol sala, donde fue clave en la recuperación de jugadores como Sergio Lozano.
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Antes de su paso por el Barça, acumuló experiencia en el CAR de Sant Cugat, el CE Sabadell, el Terrassa FC y la UE Sant Andreu, además de haber trabajado como adjunto en traumatología de urgencias en el Hospital Clínic de Barcelona. Su compromiso con la medicina deportiva lo llevó a combinar su labor en el club con su trabajo en el Institut Arqué.
Más allá de su trayectoria profesional, Miñarro era un hombre discreto y querido por todos. Padre de dos hijos, Anna y Gerard, era reconocido por su cercanía con los jugadores, quienes lo llamaban cariñosamente «Doc».
Dr. de Barcelona viral tras choque impactante de Gavi
Su nombre se hizo viral recientemente cuando diagnosticó con rapidez la conmoción cerebral de Gavi en un partido contra el Alavés. Su legado en el vestuario azulgrana será difícil de reemplazar, y su recuerdo quedará en la memoria de quienes compartieron con él dentro y fuera del campo.
