Una nueva exhibición de superioridad, física y táctica, fue la que rubricó por enésima vez en la temporada el Inter de Milán, que este viernes pasó el rodillo ante la Salernitana (4-0) a cuatro días de medirse al Atlético de Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones.
El Inter mete miedo a cualquiera en Italia. Es el mejor equipo, con diferencia, de toda la Serie A, y llegará al importante duelo de ‘Champions’ en plena forma, después de haber atropellado a una paupérrima Salernitana, colista del campeonato italiano, que poco pudo hacer para parar a Lautaro, Thuram y compañía.
Los de Simone Inzghi, que por cierto no pudo enfrentarse a su hermano ‘Pippo’ en el duelo de banquillos porque fue despedido el pasado domingo, son un engranaje perfecto. Un sistema de 3 centrales con 2 carrileros y 2 delanteros perfectamente engrasado. Y con un fondo de armario muy grande que le permite rotar sin problemas.
Lautaro, Thuram, Mkhitaryan y Calhanoglu se marcharon en el minuto 60 al banquillo; otros como Darmian o Dimarco, habitualmente titulares, ni si quiera saltaron al campo. Y fue un recital desde el minuto 1 hasta el 90 el de los ‘nerazzurri’, que no se apiadaron en ningún momento de su rival, prácticamente descendido a Serie B tras 3 temporadas en la máxima categoría.