El Génova aplazó el campeonato de invierno del Inter, que se atascó en su visita al Estadio Luigi Ferraris con un empate (1-1) que podría acortar su distancia respecto a la Juventus, su principal rival por el título, ahora a cinco puntos de distancia con un encuentro menos.
El equipo de Inzhaghi acudió a la cita con una victoria poco brillante frente al Lecce. Bien trabajada pero sin brillo. Seria pero con lagunas y dudas. Y sin Lautaro Martínez, su referente en ataque, fuera por lesión Arnautovic fue titular. No defraudó el delantero austríaco, que rompió el malestar provocado por un parón de siete minutos a causa del lanzamiento de bengalas sobre el terreno de juego.
Arnautovic recogió un rechace de Josep Martínez, que salvó una volea de Barella pero no pudo evitar el gol del gigantón jugador del Inter. A los 42 minutos Arnautovic acertó, el 0-1 lució en el marcador y se abrieron las puertas al campeonato de invierno para el Inter. Sin embargo, el Génova, hasta ese instante, se había mostrado como un equipo complicado, correoso, muy molesto y con armas para desajustar en cualquier momento el sistema tejido por Inzhagi. Y, en el tiempo añadido de la primera parte, encontró el premio con un remate de cabeza de Dragusin