El Real Madrid logró con el primer triunfo de su historia en el Etihad Stadium alcanzar su semifinal 33 de la Liga de Campeones, al eliminar al Manchester City en la tanda de penaltis, en otra noche épica para los de Ancelotti.
El equipo blanco se medirá al Bayern Múnich por octava ocasión en la última eliminatoria antes de la final, con un balance favorable al conjunto alemán, que salió vencedor en cuatro ocasiones.
Ante una más que tibia audiencia, impropia de noches como estas, el Madrid le plantó cara al campeón del triplete, el Manchester City, desactivó el factor campo y golpeó a la primera que tuvo. Esta vez la moneda cayó de su lado.
Los Blancos, que sufrieron durante 120 minutos con un empate a uno en el marcador, y en los dos primeros lanzamientos de la tanda de penaltis, acabaron encaminado hacia las semifinales contra el Bayern de Múnich, con un descomunal Bellingham a una pierna y un Rüdiger que no sintió la presión del último lanzamiento.
El Real Madrid, como siempre, evitó caer para reír el último y para ver a Bellingham corriendo hacia los 3.000 aficionados y festejar una victoria que solo pareció cerca en los primeros diez minutos.
